24.11.10

Por el honor del Gran GNICK GNOCK


Todo este tiempo ausente me hizo reflexionar sobre el por qué sigo con este fanatismo enfermizo por el gran Gnick Gnock. Y la conclusión es… que lo amo, es mi ídolo. Lo fue toda mi vida. Y el sólo hecho de saber que existe un King Kong del 2005 me hace dar bronca, pues quisieron negarnos y alejarnos de este sentimiento sin parangón. Les dejo en un acto de solemne solidaridad y apertura, unos recortes de mis diarios que relatan mis experiencias de vida, desde que fui asistente de la gran estrella del 7mo arte, a mis constantes representaciones al frente del club de fanáticos.



Recorte 302:

(…) la otra vez estábamos en una reunión de fanáticos y compartíamos experiencias de vida cuando de repente nos dimos cuenta que uno de nosotros no lloraba. Lo miramos fijo y lo echamos del club. (…)



Recorte 1123:

Recuerdo cuando en el 2000 el gran GG me pidió que le hiciera una cuenta de correo electrónico. Teníamos una de esas compus que se usaban en ese tiempo, con el CPU acostado y encima el monitor. Yo le hice una cuenta en Latinmail que era gnick_gnock@latinmail.com (no intenten ingresar porque ya caducó). Él gran GG me pedía que yo le escribiera sus mails porque con un solo dedo de su mano apretaba 6 teclas a la vez. Hacíamos cadenas de oraciones (los rezos los producía el gran Gnick) y yo los enviaba a todos los fanáticos reales, pues siempre había uno que otros que no sabía realmente lo que era estar en nuestro círculo. Vivíamos en campamentos montados precariamente en los sets de grabación. En mi caso yo estaba cerca del gran GG por mi tarea de asistente, y eso me daba motivos para agrandarme, si se me permite el término, frente a los demás integrantes del club, los cuales sólo podían verlo de lejos y en las cintas de 8mm.



Recorte 44:

Hoy estuve asistiendo a la grabación de la toma 224. Habían mosquitos por todos lados, un calor infernal. Edgar Wallace me pidió unas mantas húmedas para la cabeza de GG*. Tomamos unas sábanas del campamento y las mojamos en el río para poder aplacar su alta temperatura.

*Nótese mi modo de escribir al referirme al gran Gnick Gnock, en ese tiempo por mis tempranos años no tenía idea de la magnitud de la figura del gran Gnock, por eso el calificativo de “gran” estaba ausente. Pido disculpas a quienes ofenda.


Ninio Lucio

ojosacusticos@hotmail.com

17.3.09

El Hombre manos de escoba

"I began to lose control!!!", decía la letra de Lennon. Mi mp3 estaba quedándose sin pilas. La música me trasladó a lugares extraños hasta llegar a un barrio sin árboles. Me distraje demasiado. No sabía donde estaba. Las casas todas iguales. Los colores pastel y el pasto recién cortado. Una kermese de fin de semana. Los autos iguales, de estilo yanqui. Tuve un dejavú. Pero al rato me di cuenta que en realidad nunca había estado allí, lo había vivido desde el living de mi casa: estaba en el mismo barrio en el que Tim Burton filmó "El chico manos de tijera" en 1990. Alcancé a ver desde lo lejos, al finalizar el barrio, el gran castillo, ¡todo igual que en la película!



Sin lidiar palabra alguna con la gente corrí hacia el castillo para ver si existía aquel personaje, o si era una ficción. Llegué al patio frontal y no habían esculturas oscuras hechas de ligustrina, sino el piso limpio, muy limpio. Restos de paja por todos lados no se veían como mugre, sino como virtudes.


Entré.


El palacio estaba reluciente y al final de la sala principal, el famoso personaje. En este caso el tipo tenía las manos de escoba y estaba limpiando el living, la culpa y la responsabilidad:



"Eras mi enemigo, hasta que entraste, amigo. Si sales por esa puerta, no serás invitado a mi fiesta", me dijo.
"Pero, ¿cómo voy a ser tu amigo, si no me conoces? Es la primera vez que entro a tu castillo", le dije.
"Sabía que vendrías. Se tu nombre, Lucio. Se que te da miedo, se lo que tienes ganas de hacer en este momento"
"Ahh, ¿si?... ¿y que tengo ganas de hacer en este momento?", le pregunté.
"Me quieres partir un palo en la cabeza", me dijo.


Acto seguido, tomé un mástil de guitarra que trancaba una ventana y se lo partí en la cabeza. Tenía razón.


Ninio Lucio
(ojosacusticos@hotmail.com)

...

La semana pasada fui a imprimir unos archivos (secretos) a una imprenta. Llevé mi pendrive en mano y entré con total naturalidad. Cuando me tocó el turno, se lo pasé al senior fotocopiador y al enchufarlo, éste vió que en el rótulo del pendrive aparecía la etiqueta "NINIO LUCIO". Quedó inmóvil mirándome. Atrás mío la gente esperaba su turno y presiento que algunos se dieron cuenta de que algo pasaba. Nada grave.


La mirada del tipo me inquietó y le pregunté si pasaba algo.
"¿Usted es el Ninio Lucio?", preguntó
"Si", dije con una mínima sonrisa entre cómplice, desentendida y picaresca.
"Vení un segundo. Seguime", díjome, y lo seguí.


Caminaba hacia la parte de atrás del negocio y yo lo seguí sin decir palabra alguna. La verdad, no entendía nada. Fue el momento en que el tipo se dio vuelta y con los ojos inyectados en sangre y lágrimas me dijo:

"Sos el famoso DJ Ninio Lucio… aquel que me hizo bailar por una noche al son de Dr Alban, Haddaway, Ace of Base, Corona, Locomia, La Bouche, Machito Ponce, Jazzy Mel… no puedo creer que estés acá, que seas por un instante mi cliente"


Yo estaba aturdido por su fanatismo ridículo. Fingí un apuro inexistente y el señor prometióme atenderme con todos los honores que un DJ como yo merecía, si yo volvía a su negocio.
Así, que cada vez que voy a imprimir o fotocopiar algo allí, por cada 100 copias, me regala 1.


NINIO LUCIO

(ojosacusticos@hotmail.com)

15.1.09

Primer acto perverso 2009

Me transpiraban las manos. Sabía que fecha era...


Desperté asustado, alterado, nervioso. Siempre deseo desayunar primero, y después todo el resto de actividades, pero esto lo hice con toda la ansiedad que nunca me rodea. Parece como si en esa fecha se me juntaran todos los problemas de un año...

Tomé fuerzas... caminé hacia la pared y arranqué con todas mis fuerzas el calendario 2008...

recé y pedí perdón a los demonios...


Ninio Lucio

21.11.08

G7 Comics




http://g7comics.blogspot.com/
g7comics@gmail.com

El túnel

La oscuridad. El placer que se bifurca, se nutre del abismo. El grito que se escapa en la noche. El caos, lo apócrifo que se vuelve importante. El miedo a no tenerte. La felicidad de poder mirarte por lo menos lejana. Un sorbo de cianuro y el revólver que se estrella en mis sienes.
Lejos de ese caos alguien duerme y fuma. Lejos de esta vida hay silencios que se estorban en los muros. Presos los sofismas que engendramos destruyen sus argumentos. El presente pasa efímero por entre este trago que ya no recorre mi garganta y sin embargo me quema el alma. Apago el retrovisor. Algo me aturde. Algo me oculta el abismo que sé que reside en alguna orilla que conozco. Algo acribilla la certidumbre. Enciendo la rutina. Algo explota todo el tiempo. Tengo miedo, eso creo. El mundo es de papel, me dicen. Tengo un laberinto que descifrar. Algo estalla. Pero no es nadie, porque estoy solo en esta penumbra. Conozco esa mirada. Esquivo el presente. Corro desesperado a ningún lado. El silencio es aterrador. El túnel es inmenso. Busco la puerta, no hay salida. Grito. Grito hasta enloquecer. No miro a nadie, no veo nada. No hay nadie ya en el túnel. Estoy solo. El revólver vacía su tambor en la penumbra. Lloro. Te percibo. Le miento al destino. Rompo este papel de letras expulsadas desde la niebla. Arrugo las palabras de este futuro incierto. Vuelvo a la orilla del mundo y escribo:
"Todavía escucho esa música. Me estoy esperando en algún lugar. Todavía veo de un ojo. Mi espejo no se ha corrompido aún".
Salgo a la calle. Nadie percibe que estoy. Camino. Soy anónimo. Soy un número, un código de barra encerrado. Los barrotes resisten mi presencia. El guardia de la esquina mira mi DNI, que no existe. Finjo la libertad todo el tiempo. Algunos creen en la mentira de mi existencia. Están al lado mío, y suponen que no pregunto nada. Entonces te busco. Te veo mientras leo:
"El grito fue en vano. Yo grito sin que un sonido se despegue de mis cuerdas vocales. Estoy contribuyendo a este silencio. Porque hablo sin poder decir lo que realmente quiero".
Me levanto en esta noche. Caigo sobre mi escritorio. Estoy todavía en la oscuridad. Prefiero no prender la lámpara. El café está frío. Escribo hasta enloquecer. Me despeino. Me quedo sin ropa. El sudor se vuelve insoportable. Intento despojarme de este silencio. Rompo el papel sin poder leer la primera línea. Destruyo las frases. Todavía escucho esa música. Estoy mareado. Choco contra la pared. Caigo sobre el piso. Estoy desecho. Me levanto como puedo. Fumo y bebo sobre mi pensamiento. Decido mirarte. No hay relojes en la oscuridad. Siento impotencia. Pero todavía veo de un ojo. Siento el caos. La soledad me apabulla. Llevo varias horas sin dormir. Escribo sin parar. Pero rompo cada papel. Me alejo del escritorio. Le pego al espejo hasta trisarlo. Los vidrios no me cortan. Me acerco a la cama. Te contemplo sin recordarte. Estás destapada. Ya no escucho a nadie. Fumo sin querer hacerlo. Te miro desde la orilla. Me acerco. No salgo de la penumbra. Me acuerdo de la libertad. Te estoy tocando. Sigo escuchando esa música. Me acuesto. Viajamos en el túnel. Te miro. Te escucho a lo lejos. Mis cuerdas vocales deslizan algo. No existo, pero al menos vivo. Me acerco. Te digo: "Te amo".



Pablo Zama.
www.zamaloescupe.blogspot.com
pablo_zama@yahoo.com.ar

(sin título)


Sos lindo en tu manera de andar
y cada vez que te veo me dan ganas de conocerte

y cada vez que te escucho me dan ganas de no
haberte conocido nunca.

Y cada vez que te leo...
como si...
me dan ganas de...
no sé... matarte

y cuando te pienso se me ocurre
que no tengo por qué estar así.

Sos ese Platón y mi mundo de ideas
sos eso que veo y que no dejará de ser una sombra,
lo que no me puedo explicar.

No me dan ganas de entender
cómo si estaba dormida, durmiendo,
me sorprendí escribiendo sobre vos.

Seguirás siendo ese que yo hice y que me gustaría que seas, por mí, siempre.




kAR.
x--kar--x@hotmail.com

(sin título)

De vez en cuando vislumbro un posible futuro…
Vos seguís al pie de la letra mis instrucciones… y yo ya no sé lo que hago…
Cuando me percato, intento evitar lastimar…
No es casualidad… Él no va a dejar de hacer eso… Yo no voy a dejar de sonreír ante lo que no es real…
La ambigüedad es tan inminente, que las fronteras entre la sinceridad y la simulación son totalmente confusas… Al menos es lo que yo percibo…
Quizás no es su intención… pero al menos se cuál es la tuya… pero no, no puedo…
Es como si todos estuviésemos encadenados… a nosotros mismos…
Dónde haya espacio…
Pero yo te quiero… y eso que tiene que ver?... No sé… ^^
Miedo de qué? eso todavía no lo entiendo… Importa?...
Te guardaste el silencio… Dónde? Si no hay espacio…
Yo sonrío aunque vos no entiendas… y me extrañes, y yo actúe con un poco de indiferencia para evitar confusiones catastróficas…
Algo va a pasar… a veces tantas cosas suenan un poco maquiavélicas… pero es que son las consecuencias de una manera de refugiarse en lo que se sabe…
Yo no sé lo que buscaba, y vos no valoraste lo que encontraste… a veces es demasiado tarde… Aunque el tiempo sea un invento…
Lo que él diga no debería ser irrelevante, pero es lo que elige…
No siempre todo lo que yo diga va a seguir significando que sí…
Creo que espero a estar yo en condiciones… Supongo que no falta mucho, pero la preparación es importante… Ya va a llegar el momento en el que se de cuenta de cuanta felicidad estaba malgastando…
Y si no es así…. de todas maneras a la que ya no le va a importar nada es a mí XD…
Igual ya perdió su cualidad de quebrantable, no era joda cuando decidí que aquella sería la última vez…
Por qué? Por qué así y no de otra manera? Es que se desencadenan todo el tiempo… y a ver ahora que pasa… a ver si puedo dilucidar las razones que no sé porque se empeñan en pretender ser ininteligibles algunas veces…
I’m ok… :) … I won’t avoid thinking at all…



Sophie.
nswww@hotmail.com

(sin título)

De esta guerra no quedan veteranos ni refugiados y es mejor la muerte consuela redime muertos sin estadística sin sentido matemáticodos cadáveres culpables cuerpos que se chocanmezclan y salpican sudor lágrimasgolpes y gotas hematomas sangre fabricante de nacimientos y de más muertemuerte olvidomuerte limpiezamuerte necesidadmuerte sin puertamuerte de disparo en la sien muerte de muertos que se matan.


Dana Botti.
http://dana.hazblog.com
superstar_hwd@hotmail.com

Amalganada lejanía

Transito tras larga lejanía
en pos de negras baldosas
murmuro con ásperas paredes
sobre la indiferencia sutil
naturalizada deficiencia
de aquellos que se creen
buitres.
Tras paso acompasado
rodar veo fragmentarios pedazos
que no llegaron a ser cuerpo
que se diluyeron tras ansias perder
al fenecer ante frenética amenaza
en donde acabárseme las certezas comienzan
en donde se amalgaman principio y fin
donde las locuras de otros y las mías propias
parecen fusionarse
después del desamor
de ver el mundo de ópticas
tan distintas
fluctuando en discontinuas sucesiones
accidentes cuerpo a cuerpo
renacer- fallecer a la orden del día.
Machacados de olvido
continuamos sin soportar poder
nuestros temblores cotidianos.

De vez en cuando hay que parar
un momento
Por eso digo basta:
a la infamia
de la serena vida
de la ágil muerte
a la infamia
de vivirme entre cajones
de morirme mirando al limpio
cielo
De vez en cuando hay que parar
un momento
olvidar tanta armonía colgada en algún
horizonte
dejar de creer la agonía en el estrés
de cada sonido
-cuando llueve de habitantes un edificio-
Las tardes siguen rozando el trino
de otros pensamientos
Los sacapuntas bordean la fotocopia
que se rebana como verdura
o duerme como almuerzo:
y quiero cortarme laberintos
y alargarme quiero las calles
rectas de tu vida,
y conquistar los sueños que
aún me pican
y gritar los ardores que
despiertan
y levantar los vidrios que
se mecen
y arrojar las maderas quietas
de mi mesa –que se burla
en la real vista de lo medible-
Todo ahora me golpea
y resuena como interminables
ecos
lo ciego de vivir me mata
teniendo sólo la nulidad
de una muerte que me busca
viva la mirada
tras sombras, o en el claro
de tus soles
cuando la luna de tu cuerpo
trasluce resplandores
Por eso, yo no me amigo a detener
los pasos del mundo,
Y suelo repetir:
De vez en cuando hay que parar
un momento.




Marianela Giselle Aballay
nela_g_07@hotmail.com

Destino circular

Se vaciaron los sueños. Duermo desnudo y ahora lo estoy más. Sólo se escucha el sonido del despertador. Ojos entreabiertos sin ganas de abrirse del todo. Levantarse. Ir al baño. Luz. Inodoro. Tapa. Pis. Ducha. El agua que sale fría. Se calienta y entro. Caen las gotas echas chorro en mi cabeza y se expanden hasta que ya no pienso. Cargo el cepillo y la rutina está en marcha. Jabón. Shampoo. Crema de enjuague. Tiempo. Cierro la ducha. Salgo y me seco. El vapor me detiene un rato más. El frío me recibe en el cuarto. Elijo remera. Jean sin calzoncillo (una extraña teoría de libertad a desarrollar próximamente), medias y zapatillas. Desodorante. Perfume. Me visto. Otra vez el uniforme social para salir a "vivir" a la calle. Pongo agua en la pava. La hago hervir para hacer café. Tomaría mate pero no me gusta hacerlo solo y hoy estoy solo, como ayer y como mañana. Salgo al balcón con el café y unas galletas. Miro el diario sin leerlo, tomo café, como una galleta y vuelvo a tomar café hasta mirar el reloj, comer otra galleta y terminar el café. Vuelvo al cuarto. Me calzo la mochila que me autoimpongo más música en los oídos y salgo.
Son las 9 de la mañana y el sol y la esquizofrenia metalero me acompañan hasta la parada del colectivo detrás de unos anteojos demasiado oscuros para que alguien me vea y muy claros como para no ver a alguien. Llego y espero. Por alguna (sin) razón las personas se ponen delante de mí en la fila e indefectiblemente suben al colectivo antes que yo. "Hoy no lo harán", me digo. Hoy seré yo el que suba antes que la vieja y la mina con un bebé colgado de cada brazo. Pero no. Otra vez. Mientras pienso en mi neo-egoísmo social, las dejo pasar como el tipo que se siente mejor persona al dejarse pasar. Ya fue.
Le pago al chofer sin ganas y voy hasta el último asiento pegado a la ventanilla. Ese que siempre deseo que esté libre. Me gusta. Ahí me siento libre. Puedo observar todo sin sentirme observado. Sólo música hasta la primera parada. Sube un sordomudo supuesto, pidiendo monedas a cambio de frases de amor impresas en un cartón junto a 365 días de un año igual que cualquier otro. No compro. Seguro que si fuese una sordomuda (supuesta o no, es lo de menos) pero linda y me ofreciese lo mismo o cualquier otra cosa, la invitaría a sentarse conmigo o hasta encima de mí. Al terminar la fantasía llego al trabajo.
Me dejé llegar otra vez sin resistencia alguna. De ahí en más, voy a menos. Las relaciones van y vienen sin dejarme nada más que palabras irreales. Pienso. Llamo por teléfono y escribo. Stop. Pasaron nueve horas y no me di cuenta.
Regreso a esperar la misma secuencia del colectivo. Subo, pero esta vez no hay ningún sordomudo a la vista. Se ve que solo trabajan medio día. "Tienen suerte", pienso. Asumo mejor humor ahora. Pienso que hasta podría comprarle algo si apareciera. Ninguno sube.
Solo tengo ganas de seguir sentado hasta llegar adonde las personas bajen delante de mí y yo, detrás de unos lentes demasiado oscuros para que alguien me vea y muy claros para ver a alguien, vuelva caminando, llegue, desensille la mochila autoimpuesta, coma algo en el balcón, vea la televisión sin mirarla, me desnude, abra la ducha sin tiempo hasta que el agua borre mis pensamientos hasta mañana. Ducha. Pis. Luz. Cama y a llenar los sueños.


F
(www.ktarsis-f.blogspot.com)

De no...

De no saber,
De no tenerte,
Me agobia la ironía derretida,
Agolpada entre tus mejillas desechas, confundidas y agobiadas,
Si agobiadas de callar, pero gritan sarcasmos de dolor
Por que amenazan, reclaman algo que no existe…pero lo reclaman.
Aun no se por que ,pero lo hacen ...es que no entienden!!
Y no lo harán, por que no te tiene...
Desechas, malgastadas, heridas, así se quedaran hasta que vengas.

Maria Cecilia Frazeto
Cecishaki2003@hotmail.com

(sin título)

¿Como es ser humano?...

Por lo que somos...



Ser humano es...
Quemarse las pestañas con rayos de sabiduría.
Morderse los labios por el reflejo de la desesperación.
Destaparse los oídos cuando el huracán pasó.
Cerrar los ojos y pretender que nada influyo.

Sentir por las noches que se escapa el alma.
Apretar los puños por la indignación
Olvidar respirar mientras se duerme.
Despertar sin creerlo y pensar en un Dios

Ser humano es...

Ser un oasis en el desierto de la vida ajena.
Ser estímulo del dolor.
Ser más de lo que otros ven.
Y no todo lo que pensaron que soy.

Cargar con la miseria y la riqueza de mí ser.
Hablar de la franqueza a través de la mentira.
Poner la mano en el corazón y los pies en el calefón.
Subir escaleras humanas para llegar al timón.

¿Qué es ser humano? ¡Dios mío!
No encuentro explicación...
Una mezcla perfecta de soberbia y pobreza.
Un grito callado de existencialismo y creación.
Un puñado de barro seco con un soplo de compasión.

Y extasiadamente contemplo el rededor.
Descubro el ser humano como bella miseria de amor.
Es entonces cuando caigo en lo que soy...
Un poco de agua, fósforo y combustión.
Una milenaria desdeña de la perfección.


Mariela Natalia Tobares.
manatowa@argentina.com

Todavía sueño con la libertad.


Recorrí distancias ajenas para (re)encontrarme con los ancestros y los fantasmas de mi adolescencia, de mi eterna juventud.
Pero todo es distinto, todo cambió, como yo cuando levantaba las pesadas idiosincrasias de mis soledades desvanecidas, como cuando salí debajo de la cama para asustar a una prima, como cuando me sometí al trabajo remunerado.
Ahora busco otras metas…como mirar la barda con barba, con el pelo corto, con los pies cansados de tanto caminar, con el mate amargo en una mano y un cigarrillo en la otra…fumando en paz y liberándome de las pequeñas estupideces burguesas…es decir: no iré a Mc Donal’s!
Todavía sueño con la libertad.

Mr Sopen & Sergio Rios

todavianocaigo@yahoo.com.ar

¿¿¿CONTINUARÁ???


A la hora en que los grillos cantan y los perros ladran porque si, a esa hora saltó del techo. No cayó. Al contrario, su cuerpo levitó en dirección al cielo. No estaba muerto ni dormido. Su mente registraba un 39% de consciencia. Para muchos el cielo estaba negro. Para él su efímero ambiente olía a un fresco y profundo azul… tan profundo que se volvía oscuro e indescifrable, pero muy atractivo a la vez.


En su mano teñida cargaba un regalo que él mismo fabricó con su imaginación. Le costó años diseñarlo y terminarlo. Sonrió cuando recordó todo. Se sintió tan fresco y liviano que sin quererlo de su mano se soltó aquel tan preciado valor. Y aunque vio en que dirección se dirigía y donde actualmente se encuentra, su mirada quedó perdida por un instante de meses, y de su boca se le escaparon las últimas palabras que de él escuché: "… … … se me escapó… … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … (…)"

John Huxley
ojosacusticos@hotmail.com

11.11.08

Gnik Gnok y el Valle de la Luna

En su segunda visita a San Juan, el gran Gnik Gnok deseó visitar el Valle de la Luna. Nunca alcancé a entender en su totalidad que es lo que el creía que era aquel lugar tan famoso. Digo, pues en el momento de llegar a Ischigualasto, Gnok lucía como creyendo que era una broma. En el lugar sólo había piedras, arena, tierra y yuyos. Viento. Sol. Calor. Más arena y piedras.

Imaginen lo que era para nosotros trasladar a Gnik Gnok por la ruta en el año 1950. Más allá del carácter secreto que tenían sus visitas informales, ¿pueden acaso imaginar todo el circo alrededor atendiendo sus "caprichos"? Aún hoy cuesta trasladarlo, imaginen 50 años atrás. La ruta era demasiado angosta para la envergadura del camión especial que usábamos para trasladar el gran GG.

La procesión de unas 32 (o 33, no recuerdo) movilidades, una atrás de la otra, custodiando a la máxima estrella que dio el 7mo arte, no tiene parangón.

Yo imaginé que iba a querer explorar, caminar, preguntar sobre fósiles… caminar sobre fósiles. Lo único que hizo al salir del camión, al darse cuenta que era verdad que ese paisaje realmente era el famoso Valle de la Luna, fue pedirme que le sacara una foto. Gnik Gnok nunca identificaba a sus asistentes. Yo nunca le saque fotos, así que llamé al fotógrafo y alcanzó a tomar 2 fotos…

Desganado, y con los ojos rojos por la arena en el aire, pidió que nos largáramos de inmediato del lugar.

Alcancé a dejarme una copia de una de las fotos. La otra está en el Museo Gnok, en Florida, EEUU (sólo puede tener acceso a ella aquellos quienes vayan al museo, pues en todo el mundo no existe ni una copia)


Pai Guillermo

23.9.08

No se como titularlo



Por favor, tengo que compartir esta experiencia con uds, pues estoy convencido que si no lo hago voy a explotar. Por favor, necesito solidaridad y comprensión en mi caso... gracias...


Esto me pasó hace una semana y media. No me animé a contar lo que me pasó a nadie. Era una mezcla de verguenza, miedo, que se yo. Pero pasó en "realidad"...


Era una noche de lunes como cualquiera. Andaba bien fisica y mentalmente. Sobre mí no cayó ninguna sustancia extraña ni conocida. Me fui a dormir como siempre, como a la 1 de la madrugada. El problema lo tuve cuando desperté en la mañana.


En el lugar que ocupa normalmente mi esposa había una torta con una vela encendida. No era mi cumpleaños ni el de nadie conocido. En un acto reflejo que me llevó y me trajo de la infancia hasta hoy, lo único que atiné a hacer apenas desperté y vi la torta fue... soplar la vela.


Pai Guillermo

1.9.08

Vicios de estrellas


Fue una gira muyyyy larga... estabamos todos cansados, iluminadores, maquilladores, camioneros y el mismo Gnik. No recuerdo si fue en Venezuela o México. Recuerdo los paisajes verdes por las ventanas del hotel, nada mas. Y los destrozos. Y los gritos. Y al otros dia, la resaca.


Fui a darle un par de anteojos y cuando entré a su habitación, el gran Gnik Gnok embebido en alcohol. Por un momento sentí verguenza ajena, y por otro mucha adrenalina. Miles de fanáticos en la vereda del hotel, toda la prensa local en el lounge del hotel y yo presenciando esa escena del gran Gnok alcoholizado. Me contó su vida en 10 minutos. Entre el balbuceo logré entender algunas frases que hablaban de sus miedos nocturnos, de sus ganas de volver a casa, y... ?¿



Traté de contenerlo y quitarle su porrón, pero se negaba y no insistí más (imaginen semejante criatura en ese estado...). El peor momento fue cuando se colgó de las arañas que iluminaban su suite y de entre sus piernas cayó un mojón del tamaño de una heladera... en media hora la conferencia y mi desesperación creciendo y creciendo...



Para poder sobrellevar esa tensa situación y lograr calmar mis nervios me uní a él. Se sintió mejor. Sintió que no lo dejé solo. Llegó la hora de bajar a atender a la prensa y, tan profesional como siempre, Gnik Gnok bajó y atendió amablemente a su gente y sus cuestiones. Mientras yo... vomitando en el balcón.






Pai Guillermo